Sanando Desde La Energía
¿Sabías que las señales energéticas son cien veces más eficaces que las señales químicas? Continuá leyendo para conocer más acerca de la sanación energética.
Cuando comencé a escuchar los descubrimientos de la física cuántica comprendí que como seres humanos tenemos la posibilidad de generar nuestra propia sanación por medio de nuestros pensamientos. Me refiero a la sanación energética. Pero, ¡cuán difícil de poner en práctica a diario el equilibrar nuestras ideas con nuestro accionar!
Sin embargo a pesar de que poseemos un cuerpo físico (somos materia) en realidad estamos hechos de energía electromagnética en movimiento. Todo cuanto nos rodea es energía, no sólo nosotros. Es por ello que las señales energéticas son mucho más eficaces a la hora de lograr un resultado positivo en nuestro cuerpo humano. Por lo tanto, si nosotros somos influenciados por el medio ambiente, nuestra energía interactúa con el medio que nos rodea, y a su vez influenciamos a quienes nos acompañan, desde allí deberíamos encontrar nuestro equilibrio natural.
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Ahí es donde encontramos en las terapias la oportunidad de sanar a traves de lo que somos, energía. En las técnicas de sanación por imposición de manos como son el Reiki o la Sanación Cuántica el terapeuta es un canal de la energía universal, y por su parte de esa forma influye en los cuerpos inferiores de su paciente logrando su armonía. La experiencia y percepción del terapeuta le indicarán los desequilibrios físicos, mentales y emocionales a ser tratados.
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Luego de finalizada la sesión, el paciente sentirá un estado de tranquilidad, paz interior, reducirá sus niveles de ansiedad y mejorará su descanso. A veces es necesario un tratamiento más prolongado para que se reestablezca completamente el equilibrio en el paciente. Pero, sin lugar a dudas desde el comienzo de la primer sesión percibirá resultados favorables. No existen efectos adversos ni tampoco contraindicaciones para la sanación energética. Son tratamientos sutiles que invitan a reencontrarse con el equilibrio y armonía de nuestro ser.